Rodillas simpáticas

En Junio de 2007, acudí como representante de Barcelona al Certamen Nacional de Rodillas Bonitas de España. No es por hacerme el chulo, pero sabía que iba a ganar de calle. Toda la organización me miraba con admiración. Así que durante los días previos al Certamen, me dediqué a pasearme en shorts por Marina D’Or. La gente se giraba al verme pasar. Los obreros aplaudían desde el andamio. Los turistas se hacían fotos junto a mis rodillas.

Por eso, cuando en el último minuto, Míster Rodillas Lugo se proclamó ganador, y yo fui relegado a Rodillas Simpáticas, supe en seguida que había tongo. El estadio donde se celebraba la gala se vino abajo con gritos de «Tooongo, toooongo!», aunque Tele5, muy hábil, cortó la emisión antes de tiempo.

Fui directo a Ansón a exigir el trofeo: Las rodilleras de oro. Éste, con lagrimas en los ojos, sólo acerto a besarme las rodillas y decir: «Aaay qué rodillicas… Aaaaay, qué rodillicas más bonicas».

Es por eso que quiero dejar constancia en este blog de los trapicheos en la organización de Míster Rodillas. Espero que, con vuestro apoyo, y el de la gente de www.blogdeldia.org logremos desenmascarar a esos farsantes.

Por si aún alguien duda de la veracidad de lo que explico, aquí tenéis una foto de mis rodillas. Os advierto que hay gente que ha enloquecido después de mirarlas más de 5 segundos.